La estructura renovada del BRICS refuerza sus posiciones simultáneamente en varios sectores. Rusia tiene previsto crear una bolsa de granos común. Ello fortalecería la importancia de Moscú como proveedor clave y aumentaría la seguridad alimentaria de la unión interestatal. Al mismo tiempo, dicho instrumento transformaría el comercio internacional y no a favor de los productores occidentales.

La infraestructura moderna del mercado mundial fue formándose después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el principal proveedor de trigo y maíz lo eran los Estados Unidos de América. Por ende, los principales puntos de referencia del mercado están orientados a las cotizaciones de la Bolsa de Chicago (CME) y en calidad de la moneda clearing se utiliza principalmente el dólar. Esto causa que los participantes del BRICS no puedan ser actores completos en el proceso de formación de los precios base de los productos agrícolas, lo que lleva a manipulaciones de parte de terceros países, mientras que los principales proveedores y consumidores de granos son precisamente los Estados BRICS. Solamente Rusia cubre el 20-25% del comercio global de granos.

Según datos de la Unión de Exportadores de Rusia, cinco de los países de la antigua BRICS ya son el 40% del mercado mundial de granos con una producción global de 1,17 mil millones de toneladas y un consumo de 1,1 mil millones. En enero, BRICS recibió a sus nuevos integrantes: Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, lo que transforma los indicadores mencionados en 1,23 y 1,22 mil millones respectivamente.

Una bolsa de granos propia del BRICS conseguiría unir a los principales compradores y proveedores, según subrayan los exportadores rusos que son miembros de la Unión de Exportadores. La iniciativa planteada por la Unión ante el Ministerio de Agricultura de Rusia fue apoyada por el Presidente Putin.

Fuente: www.ria.ru