Los aditivos forrajeros especiales para los bovinos pueden influir en la calidad de la carne y leche. Por ejemplo, un efecto positivo sobre las cualidades gustativas se consigue aumentándose el nivel de azúcar en los piensos, por medio de la adición de chocolate, mermelada o, lo que es más barato, manzanas.

Las peculiaridades positivas de las golosinas en los piensos de los bovinos se están usando hace tiempo en los predios especializados para la cría de animales con carne premium o leche con particularidades especiales.

En Rusia las dietas “dulces” especiales se usan por agricultores del Territorio de Perm y la Región de Kaliningrado. En ambos casos las historias son parecidas. Las fábricas de confiterías vecinas a los predios quieren deshacerse de los residuos industriales y productos con vida útil caducada, y los agricultores desean aumentar el rendimiento de las vacas y el contenido de grasa en la leche, y en la perspectiva obtener carne bovina mármol altamente costosa.

Especialistas aseguran que, en muchos casos los forrajes de los bovinos suelen ser demasiado secos, contienen poco azúcar e hidrocarburos útiles. El dulce en los piensos los hacen más atractivos para el ganado y logra que la porción se consuma por el animal en su totalidad. Un buen apetito acelera el aumento de peso, mejora la calidad de la leche y aumenta la fertilidad del ganado de raza. Y eso que es suficiente solamente 200 gramos de dulce para una vaca y 100 gramos para un ternero.

Fuente: www.meatinfo.ru