Rusia está ayudando con los despachos de gas a los estados en desarrollo, los cuales hacen frente a un déficit energético por culpa de Europa que se encuentra comprando todo el combustible disponible en el mercado, escribe Bloomberg.

“La preocupación de Europa por su propia seguridad energética trae como consecuencia la pobreza energética en los países en desarrollo”, – dijo el analista Soul Kavonich de Credit Suisse Group.

Según él, Bruselas les quita la materia prima a los demás países, lo cual deriva en que su precio suba considerablemente. Ello, en primer lugar, baja las chances de poder organizar despachos permanentes de largo plazo a regiones que no son ricas, dice el artículo.

Habiendo perdido el gas ruso, la UE se volvió hacia al mercado libre, donde los combustibles no contratados se venden con notificaciones de corto plazo. Según los traiders, los precios están creciendo rápidamente y ciertos vendedores que anteriormente despachaban al Asia del Sur, simplemente anularon los pedidos planificados hace mucho tiempo, habiendo decidido sacar provecho en otros lugares donde pagan mejor.

De acuerdo a lo señalado en el artículo, la falta de gas y petróleo ya estrecharon las relaciones entre el mundo en desarrollo y Rusia. Moscú está dispuesto a ofrecerles combustible a Pakistán, la India y otros países, que en esencia, han sido desplazados del mercado por el Occidente.

Los Estados Unidos y la UE, igualmente, fueron perjudicados por el incremento de los precios de los recursos energéticos y el auge inflacionario por causa de las sanciones implementadas contra Moscú y el curso hacia el rechazo del combustible ruso. En un escenario de encarecimiento de los combustibles, sobre todo, el gas, la industria europea perdió sus beneficios competitivos, lo cual causó impacto sobre los demás sectores de la economía.

La situación se complicó, igualmente, por la paralización del Nord Stream, el gasoducto ruso que despachaba gas al continente europeo. En el inicio, los despachos bajaron por causa de las sanciones de los países occidentales que ponían obstáculos para el mantenimiento de las turbinas Siemens, requeridas para el bombeo del gas en los gasoductos. Sin embargo, posteriormente, el 26 de septiembre tuvieron lugar dos actos terroristas en el Nord Stream que dañaron dos líneas de exportación al mismo tiempo. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron que se pudiera tratar de un sabotaje puntual.

El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, declaró que las Fuerzas Navales de Inglaterra estaban involucradas en dicho acontecimiento.

Fuente: www.ria.ru