En el mes de abril el valor del índice libre global de la FAO supero el 31% el valor del año 2019, lo cual está vinculado con el encarecimiento de casi todos los alimentos básicos: azúcar, aceites vegetales, carne, lácteos y granos. Los precios de los alimentos subieron hasta los niveles máximos desde el 2014 y, según pronósticos del Banco Mundial, en el 2021 podrían aumentar un 14% más.

Los principales factores que contribuyen al incremento de los precios, según los analistas, son la reducción de la oferta de alimentos por parte de América Latina en un escenario de una demanda creciente de parte de China.

Antes los países outsiders eran los estados con moneda inestable. Hoy en día el marco cambió. Por ejemplo, en los E.E.U.U. en abril de 2020 ha sido registrado un cambio brusco de los precios de los alimentos en los últimos 46 años de un promedio del 2,6% y a fines del año de un 3,4%. Durante el mismo período en Rusia el mismo indicador de la inflación fue hasta más alto, de un 6,7% contra el 2% en el año 2019.

El encarecimiento de los principales cultivos agrícolas está vinculado con riesgos adicionales para los países importadores de alimentos. Para Rusia significa una situación especialmente difícil, un período entre alza de precios de la material prima y el dólar.

Fuente: meatinfo.ru