Según el Ministerio de Agricultura de Rusia, el consumo de la papa por los ciudadanos del país excede considerablemente la norma médica permitida per cápita (un 25%). Mientras que la norma actual establece 90 kilos anuales, el promedio de un habitante ruso anual es de 112,6 kilos. Son 600 gramos más que en el año 2016.

Este hecho causa preocupación entre los dietólogos que pronostican aumento de peso y, como consecuencia, problemas con la salud de los ciudadanos. Los especialistas explican que bajo un efecto térmico el almidón de papa se convierte en azúcar. Una pequeña papa equivale a dos cucharas de glucosa, lo cual es una amenaza de diabetes. En caso de consumirse la papa diariamente un ser humano puede contraer diabetes ya dentro de 4-5 años.

La norma de consumo establecida para la papa tiene que cumplirse. Caso contrario, su incumplimiento representa un peligro para la salud.

Fuentes: agro.ru